miércoles, 11 de octubre de 2017

Cuando el miedo nos traiciona

Cuando el miedo nos traiciona



John B. Watson, un renombrado psicólogo norteamericano hizo en una ocasión un interesante experimento. Observó en recién nacidos el “Factor Temor”. Algo sorprendente, los bebés reaccionan desde el primer día con miedo a los grandes ruidos, al dolor y al repentino desamparo. Klaus D. Heil, otro eminente psicólogo, que dirigió en Alemania el Schoenberger Institute, escribió un fascina.nte libro titulado Angst Oberwinden, que se tradujo al español con el título Vencer el Miedo. Nos dice que el miedo sensato, protege.  Aparentemente estamos dotados con una especie de alarma que nos avisa del peligro.

Nos intimidamos frente a los animales salvajes, y nos late fuertemente el corazón al asomarnos a un precipicio, o frente a la obscuridad total. Además nos dice que cuando el miedo aumenta, aumenta también al principio nuestra atención y que esto nos predisponen a un mejor desempeño.

Por ejemplo, la primer vez que me toco hablar en publico , frente a compañeros de trabajo alla en los 2000 fue algo aterrador, sé que cuando alguien tiene que hablar en público, los nervios que siente al principio, le ayudarán. Y sé también que el problema está en los dos extremos del miedo: o en sentirlo tan poco que no nos alerte, o en sentirlo tanto que nos cause pánico.

 Ambos casos pueden corregirse con el entrenamiento adecuado. Por ejemplo, recuerdo que en SPS, en una reunión de Tecnicos de mantenimiento organizada por Cervecera  Hondureña , conocí a una persona que tenía que hablar justamente antes que yo. Me preguntó si me sentía nervioso, le dije sí, un poco. El me aseguró estar tan fresco como una lechuga. Cuando pasó al frente de los 300 participantes, estaba también tan inspirado como una lechuga.

 Fue lamentable su participación. Aquellos tecnicos entre señores adultos y jovenes venidos de todos lados de Honduras , se aburrieron,y lo demostraban con bostezos y hasta durmiendo.

 Por otro lado, he visto gente con tanto temor al hablar en público que ese temor los traiciona, les cerraba la boca cuando más necesitan hablar. Es evidente que tenemos miedos verdaderos para alertarnos frente a los peligros.

Pero nosotros creamos y manejamos tan mal nuestros falsos temores, que acaban traicionándonos.

No dejar

Ser presa del mal manejo de esos falsos miedos, que acaben por traicionarnos.

Lo mejor

Hacer lo que haga falta para eliminarlos, para que libre de ellos, vivamos plenamente.



1 comentario:

  1. Tu blog me ha sido de mucha ayuda me alegra hayas vuelto a escribir....
    Un beso

    ResponderBorrar