¿Corazón de ratón?
Una antigua fábula hindú relata el caso de un ratón que pasaba siempre muy afligido, porque temía mucho a los gatos. Un sabio se apiadó de él, y como le era dado transformar a los seres, lo convirtió en gato. Pero entonces empezó a sentir tal temor de los perros, que su aflicción era igual o peor que antes. El sabio entonces, lo transformó en perro. El miedo se apoderó nuevamente de él, ya que ahora temía a las panteras. Y el hombre, que quería sinceramente ayudarlo, lo transformó en pantera. Pero se sintió muy molesto, porque ahora el temor se volvió incontrolable por los cazadores. Desesperado el sabio, lo convirtió nuevamente en ratón. Comprendió finalmente que nada que pudiera hacer ayudaría a quien tenía arraigado en su corazón, el hábito del temor, y no hacía nada para cambiarlo. Los expertos nos dicen que usted y yo somos gobernados por nuestros hábitos. Por eso se afirma que primero fabricamos nuestros hábitos, y luego, estemos consiente o no, esos hábitos nos fabricarán a nosotros. Cuando se dice de alguien que “es muy mal estudiante”, en realidad se está diciendo que “tiene muy malos hábitos de estudio”. Y cuando de una persona se afirma que “es muy productivo”, lo puede usted traducir por “tiene muy buenos hábitos de trabajo”. Y no importa si cambia de centro de estudios, o de lugar de trabajo, si no hace nada para cambiar sus hábitos, como el ratón, seguirá siendo el mismo para mal o para bien.
¿Cómo se forman los hábitos? Por repetición. Por eso es tan grave cuando usted acostumbra a quejarse, criticar y condenar todo. En lo más profundo de su mente se estará arraigando el hábito del pensamiento negativo. Y recuerde que el negativismo normalmente inhibe la acción y por lo tanto se torna estéril. En cambio, si sus pensamientos, repetidamente, se enfocan a encontrar soluciones, el positivismo que resulta provoca acción, que aumenta enormemente sus posibilidades de éxito.
Cambiemos nuestros malos hábitos por buenos hábitos.....
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