sábado, 11 de marzo de 2017

Cinco consejos para convertir a un niño en un gran lector

En una ocasión el escritor argentino Jorge Luis Borges dijo: «De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Solo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria». Y es que los libros son una ventana paralela, una vía de escape por la que adultos y niños hacen volar su imaginación y crean historias únicas. Por medio de la lectura se adquiere una gran cantidad de conocimientos que ayudan a mejorar en el día a día, favoreciendo el desarrollo afectivo y psicológico del individuo. Es muy importante que desde bien pequeños se adquiera el hábito de la lectura, para tener un léxico amplio y, también, para absorber diferentes conceptos éticos. «Los niños que están acostumbrados a leer y que tienen una rutina y unos hábitos de lectura, consiguen un mayor vocabulario, una mayor comprensión lectora y, además, cometen menos faltas de ortografía durante la escritura, algo fundamental durante esta larga etapa de aprendizaje escolar», comenta Sergio Díez, responsable del servicio de biblioteca del colegio Brains.


Pero, ¿cómo hacemos que los niños muestren interés en los libros existiendo otras alternativas? Sergio Díez, tiene una respuesta clara: «Su primer contacto se produce, en algunas ocasiones, cuando comienzan la etapa escolar y acaban relacionando los libros de texto con el estudio es decir, con la obligación y el aburrimiento. El interés por la lectura debe ser estimulado e inculcado desde bien pequeños, incluso desde antes de que aprendan a leer. Debemos ofrecer libros como una forma más de diversión, como una alternativa de juego más».

Aunque, «no todos los libros valen para potenciar la lectura – indica el responsable de la biblioteca— es importante saber elegir el adecuado al momento, a la edad y a la etapa de aprendizaje que el niño esté viviendo».

Cinco consejos para convertir a un niño en un gran lector:


—El libro debe ser visto como un juguete, desde muy pequeñitos tienen que tocarlos, jugar con ellos, investigar… Esto es esencial para que, cuando crezcan, no vean los libros como algo aburrido.

—Obligar a leer es un gran error. Hay que conseguir que los niños lean por su cuenta y esto se logra cuando ven la lectura como una satisfacción.

—Pedir consejo y visitar las bibliotecas puede ser muy útil para dar con el libro y el entorno adecuado ya que, en muchas ocasiones, no sabemos qué libro es el más recomendado para cierta edad o para ciertos niños. Que el libro enganche es clave para que no pierdan la rutina de lectura.

—Dejar que los niños elijan el libro. Los pequeños tienen que encontrar los libros que más les atraigan y se ajusten a sus aficiones. Eso sí, siempre hay que revisar que el contenido y el vocabulario es el adecuado a su edad. Además, esto también le sirve para aprender a escoger, algo que a los niños les cuesta mucho.


—Y lo más importante…¡los mayores deben predicar con el ejemplo y leer! Si queremos que los niños lean deben ver que los mayores leemos, ya que normalmente tienden a imitar los comportamientos de los adultos que les rodean. Así que… ¡todos a leer!



Hoy aprendi mas que ayer....


Fuente: Hoy Aprendi



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